No veía fantasmas, pero presentía si alguien cercano iba a morir. Y cuando eso pasaba, una fuerza que escapaba a su control la impulsaba a gritar hasta quedarse literalmente afónica.
Kaylee sólo quería disfrutar del interés que había despertado en el chico más guapo del instituto. Sin embargo, costaba mantener una relación normal porque Nash parecía saber más que ella misma sobre su necesidad de gritar. Luego, sus compañeras de instituto comenzaron a morir sin motivo aparente, y sólo Kaylee sabía quién sería la siguiente.
Gritos del alma
Su grito es lo último que oirás antes de morir
Disfrutarás con esta nueva generación de seres de otros mundos