La memoria del cuerpo

Pero solo me reconozco cuando oigo la música.

extraño, pues lo que tendría que haber cambiado es el amor que siento por este río y no su luz.

Ahora lo sé: por qué he escrito estas memorias. Para revivir al leerlas mi experiencia de esos días

ir en bicicleta por Komarovo

Al igual que yo, lo irían descubriendo con el paso del tiempo y su propia experiencia

Así fue, y mis recuerdos de la familia han cambiado, son otros y tienen más colores

Soñaba con volver, era como tener la oportunidad de asistir a un sueño, «un espacio ya olvidado que fue nuestro tiempo», como escribió mi padre. Sin embargo es diferente.

Volví a mi pasado y, en vez de juzgarlo, dejé que surgiera.

Empecé a ver mi vida de otra manera, me sentía más segura y con mayor libertad interior. Y llegaron los recuerdos. Me acordé de cuando era niña, de cuando era

Así me «hipersensibilicé», como dijo mi médico, y pude estar más atenta a las alteraciones de mi cuerpo.