Deseo surrealista
Dejadme cultivar un jardín de voces,
un coro de sueños soñados y mi lengua tribal.
Liberad este estoicismo de silencio
para verterlo en la cacofonía del canto,
deletreando un glorioso sinsentido.
Dejadme cuidar una alameda de canciones de cigarras
esparcidas en un lecho de fulgores estelares