Tras terminar la guerra de Secesión estadounidense, el presidente del Gun-Club, Impey Barbicane, propone la fabricación de un cañón gigante para enviar un proyectil a la Luna.
Junto con el secretario, J. T. Maston, y tras ser informados de los detalles astronómicos por el Observatorio de Cambridge, deben resolver una serie de cuestiones: características del cañón, forma y tamaño del proyectil, clase y cantidad de pólvora, ubicación del sitio de lanzamiento, financiación de la empresa, etc. La viabilidad del proyecto es cuestionada por el capitán Nicholl, enemigo acérrimo de Barbicane (si el segundo es constructor de proyectiles, el primero lo es de corazas y escudos), el cual hace una serie de apuestas a Barbicane acerca del éxito del proyectil.