Seguro que muchos considerarán este libro, especialmente su t título, una auténtica provocación, en el mejor de los casos, un contrasentido manifiesto.
Mientras el soberanismo quiere hacernos creer que el pacto de 1978 ha sido un engaño histórico, el neocentralismo afirma que las sucesivas descentralizaciones políticas han debilitado la nación española.
Son dos visiones que se retroalimentan mutuamente y que pretenden monopolizar el debate de las ideas como si entre una y otra no hubiera alternativa.