Los habitantes de un pequeño pueblo minero de Malmberget, al norte de Suecia, están siendo trasladados ya que la mina que alguna vez dio vida al pueblo se derrumba lentamente. Cuando dos trabajadores están recogiendo sus pertenencias escuchan un sonido procedente del sótano de una casa. Rompen la ventana, entran y descubren a un hombre aterrorizado y acurrucado en un rincón. Mientras tanto en Ådalen, la inspectora Eira Sjödin investiga la desaparición de un hombre cuya exmujer denuncia como perdido. El hombre no se ha llevado nada, no tenía razones para huir y su móvil no responde. Eira se encuentra angustiada no solo por el caso, sino también por sus propios dramas personales. Pero las cosas se complican aún más cuando su jefe y amigo, el inspector George Georgsson, no se presenta a trabajar durante dos días seguidos. Algo anda muy mal: GG no aparece y, aunque Eira no lo sospecha, cada minuto que ella se retrase en encontrarlo será crucial para salvar su vida.