Durante el incendio de una discoteca mueren setenta y siete personas. Ignacio, un fotógrafo, recibe la misión de retratar a los familiares de las víctimas. Para hacer su trabajo cruza el límite de ser solo un testigo y es arrastrado en la búsqueda de los responsables. La intriga policial de esta novela relaciona poderes económicos con desastres ecológicos y los enfrenta a personas comunes que sólo necesitan la verdad.