Y el futuro, desde un punto de vista político, está bastante debilitado. La idea de que un grupo revolucionario podría acometer la transformación de la sociedad en el futuro es una idea que raramente desempeña un papel central en la política. Lo que queremos es existir ahora en el presente, sin ningún tipo de sacrificio por el futuro… De modo que el futuro se convierte simplemente en esa visión de una catástrofe ecológica inminente[9].