Ella, Helena con hache, no es una persona enamoradiza y lo de pasar página no es su fuerte, las típicas frases post-rupturas como: un clavo saca otro clavo, hay más peces en el río, etc., no funcionan con ella, por ello, lo de volver a enamorarse es un riesgo que no está dispuesta a correr.
Él, Alejandro, es una de esas personas que entran en tu cabeza como una apisonadora. Estar cerca de él es como moverse alrededor de una mina anti-persona, cuando te acercas demasiado, más allá del límite de seguridad establecido, todo salta por los aires, y no puedes hacer nada por evitarlo.
Y llegó el uno de agosto, y antes incluso de saber su nombre, ella ya sabía que se marchaba, aún así acabó enamorándose de él.
Sumérgete en un viaje apasionante por las emociones y sentimientos de Helena, y gracias a Alejandro podrás visitar los lugares más maravillosos del mundo.
¡Nos vemos en la siguiente parada en País de Destino!