Inteligentes, calculadores y amantes de los juegos, la cultura humana se desarrolla bajo la observación de los cuervos. El retrato de la más tenebrosa de las aves.
Los cuervos viven por casi todo el planeta y siempre han buscado la compañía de los seres humanos. Seguían a los vikingos para después hastiarse con los restos de la batalla, y desde entonces se los asoció con la muerte. Los córvidos son magníficos observadores: establecen a su modo cálculos de probabilidades y conductas acerca de sus presas, y se van mudando a las ciudades escapando de la explotación industrializada del campo. En cuanto a la presencia del cuervo en el arte y la cultura, este libro va desde la cueva de Lascaux, pasando por uno de los últimos cuadros de van Gogh, o el poema de Edgar Allan Poe, hasta llegar a la película Los pájaros, de Alfred Hitchcock así como a las representaciones del cuervo en la cultura contemporánea.