Y mientras le veía allí, completamente absorto en su lectura, con sus dedos regordetes y rígidos cogiéndose un mechón de pelo y tirando de él hacia la nariz, igual que se lo había visto hacer miles de veces, se le ocurrió que Richard actuaba como si su posición respecto a ella fuera inamovible, como si sus lazos de unión fueran permanentes y estuvieran más allá de toda cuestión, porque él era el primer hombre con el que ella se había acostado