Lila Ridgefield vive en una idílica ciudad universitaria cerca de Nueva York que no es tan tranquila como todos creen. Y Lila no es lo que parece.
Aaron, el marido de Lila, se ha esfumado sin dejar rastro. No se trata de un episodio aislado; hace algunos meses, una estudiante desapareció del campus. Los dos casos podrían ser solo una horrible coincidencia, pero la policía descubre que la estudiante es la tercera víctima de una serie de inexplicables desapariciones en los últimos años. La inspectora a cargo está desesperada por encontrar la conexión, si es que esta realmente existe.
En la comunidad, todos están preocupados por el paradero de su querido profesor. Todos excepto Lila que, más que preocupada, está desconcertada por la desaparición de su marido, porque es ella quien lo mató y fue la última persona en ver su cuerpo. Sin embargo, no está donde lo dejó.