A todas las chicas que algún día conocerán ese horror les deseo que encuentren a las hadas, ellas las ayudarán a levantarse. Eso es lo que quería decirles. Que la que abandonó a su hijo podría haber sido yo, Viviane Desroches, la farmacéutica de Saint-Marcel. Podría haber sido yo u otra cualquiera. Una chica de aquí, cualquiera de ellas. Es lo que les quería decir.