Tiempos trastornados

El artista como académico sería una expresión errónea

gente que ejerce agencia visual a través de su trabajo

Silverman escribe:

El miedo es el afecto a través del cual aprehendemos la «nada» alejándonos. La ansiedad es el afecto a través del cual la aprehendemos anticipándonos. El miedo falla al reconciliarnos con la nada porque siempre representa el intento de especificar o de concretar la nada. La ansiedad, por otro lado, nos «adapta» a ella, porque es el afecto por excelencia de lo indeterminado (2003: 325

Los afectos, continúa Altieri, «son maneras de ser conmovido que suplementan la sensación con al menos un grado mínimo de proyección imaginativa» (47).

es este arte profundamente político, no como un efecto secundario de una preocupación temática, sino por su negativa a dicha concentración temática.

«hacemos» los colores que creemos ver.

es por una suerte de honestidad hacia su material, la luz, que Janssens intente permanecer tan cerca como sea posible de la Primeridad, sin acariciar la ilusión, en lo más mínimo, de que la Primeridad pura sea posible.

El elemento importante en la definición del icono es, primeramente, su negatividad, ya que esta pone en suspenso la ontología del objeto, lo que conlleva la noción de que el «icono» es construido o concebido por el espectador o el lector. En otras palabras, lo que hace que la noción de iconocidad importe para la lectura no es el hecho de que conduzca a algún modelo preestablecido, supuestamente real o fijo, sino que hace utilizar la imaginación; por tanto, la ficción.

cómo el espacio participa en la creación de un «evento de color».

Al hablar de la noción de Heidegger en el contexto de la identificación, Silverman formula esta mutualidad como una paradoja: «Sólo estamos realmente en el mundo cuando este está en nosotros» (2000: 29).