Al director del periódico Las Noticias se le espera para la inauguración de la temporada del Liceu, pero su cuerpo aparece mutilado en un hotel del Paral·lel donde se alquilan habitaciones por horas. La subinspectora Matilda Serra, una antigua reportera de guerra desencantada del periodismo, se ocupará de la investigación para adentrarse en un mundo dominado por la corrupción, la bajeza moral, el resentimiento y la venganza. Aunque había pretendido protegerse del daño causado por la decadencia del oficio que tanto amó, la investigación la obligará a reencontrarse con los antiguos compañeros del periódico y a revivir una época de su vida que consideraba superada.
En Matar al director, Bru Rovira teje una trama trepidante, irónica y melancólica, con personajes inolvidables, que es, al mismo tiempo, un homenaje y una crítica, una reivindicación de la profesión y una denuncia de sus peores prácticas.