Leah es buena. Está llena de luz. Y eso la hace muy diferente a mí. Yo tengo problemas que arrastro desde hace ya varios meses. Estaba convencido de que podría trabajar en ellos, en mí mismo, mientras estábamos juntos, pero ayer me dejó claro que estoy siendo egoísta. Ella no quiere esperarme. No quiere tener que vivir ese proceso conmigo.
Y no la culpo. Sé que estoy jodido. Sé que no me la merezco.
Aun así, oírlo de su boca fue como si me clavaran un puñal y lo retorcieran sin piedad.