Shigao, el primer traductor de sutras budistas al chino, príncipe heredero de Partia, en Asia occidental, que se convirtió al budismo, se hizo monje y, a la muerte de su padre, renunció a sus prerrogativas en favor de su tío. Abandonando la región indoiraní, siguió la ruta de los oasis de Asia central, Khotan, Kucha, Turfan… hasta el Gansu, tras atravesar las cosmopolitas ciudades de Dunhuang, Zangye y Wuwei. Penetró en el valle del río Amarillo, en China del Norte, donde está atestiguada su presencia en la capital, Luoyang, a mediados del siglo dos,