aunque no había habido mártires (12.4). Eran un grupo inmaduro de creyentes con la tentación a aferrarse a los rituales y tradiciones del judaísmo, simbólicos y sin poder espiritual. Esta carta los alienta, y les da confianza en Cristo, su Mesías y Sumo Sacerdote.
• Los judíos no creyentes convencidos de la verdad, pero todavía no comprometidos. Este grupo había aceptado mentalmente la verdad del evangelio, pero no habían puesto su fe en Jesucristo como su Salvador y Señor. Intelectualmente estaban convencidos, pero no se habían comprometido en lo espiritual. Son no creyentes a los que se dirigen pasajes como