Este libro presenta algunos aspectos problemáticos de la interpretación de las fuentes del derecho, desde una perspectiva histórica. Da cuenta del rol central de la actividad de la interpretación del derecho en distintas realidades y periodos históricos con un común denominador: la interpretación como fuente de fluidez y dinamismo del derecho. Se busca romper con algunos prejuicios, demostrando que el derecho, ya desde los romanos, estaba vivo, que el intérprete jugaba con un papel central en la aplicación de la ley, así como la vitalidad de otras fuentes del derecho, como fuentes verdaderas de creación, pero también como herramientas de interpretación del sistema. Esta obra presenta ejemplos concretos pero significativos, que puedan servir a la experiencia jurídica de hoy para comprender las profundas raíces históricas de nuestra tradición. Si bien cada capítulo trata un tema, un periodo y una sociedad distintos, el libro constituye en realidad un diálogo entre autores, que parte del análisis de los principios y reglas de interpretación en el derecho romano, pasa por la Toscana de la transición del ius commune a la codificación y concluye en las Indias Occidentales