Una buena chica
Una noche, Mia Dennett entró en el bar donde había quedado en encontrarse con un amigo con el que salía de vez en cuando. Pero él no apareció, y Mia cometió la imprudencia de marcharse con un misterioso desconocido. Colin Thatcher parecía en principio un ligue inofensivo. Marcharse con él, sin embargo, acabaría siendo el peor error que había cometido en toda su vida.
Colin decidió llevarla por la fuerza a una cabaña aislada en las montañas de Minnesota en lugar de entregarla a las personas para las que trabajaba. A partir de ese instante, Eve -la madre de Mia— y el detective Gabe Hoffman no se detendrían ante nada para encontrarla. Nadie, sin embargo, podía predecir las implicaciones emocionales que tendría su secuestro y que acabarían por causar el derrumbe de la vida familiar de los Dennett. El fulgurante debut literario de Mary Kubica, pone de manifiesto que incluso en una familia aparentemente perfecta nada es lo que parece.
Una chica desconocida
Heidi Wood ve a una adolescente en el andén del tren, de pie bajo la lluvia, con un bebé en brazos. Sube al tren y se aleja. Pero no consigue quitarse a la chica de la cabeza. Heidi siempre ha sido una mujer caritativa: trabaja en una ONG, adopta gatos callejeros… Pero su marido y su hija quedan horrorizados cuando un buen día vuelve a casa con una joven llamada Willow y su bebé de cuatro meses. Aquella chica desaseada y sin hogar conocido podría ser una delincuente o algo peor. Pero, pese a las protestas de su familia, Heidi la invita a instalarse en su casa.
Durante los días siguientes, Heidi la ayuda a restablecerse. Sin embargo, cuando comienzan a aflorar pistas sobre el pasado de Willow, se verá obligada a decidir hasta dónde está dispuesta a llegar para ayudar a una desconocida. Y lo que comienza siendo un acto de bondad se convierte rápidamente en una trama mucho más retorcida de lo que nadie podía imaginar.