La genealogía de la moral es la obra más sombría y cruel de Friedrich Nietzsche. Su primer tratado se ocupa de la contraposición entre los conceptos de «bueno» y «malo», así como de la posterior transformación de su significado por obra de la interpretación judeo-cristiana. El segundo tratado analiza la mala conciencia, cuya causa en épocas primitivas era la culpa entendida no en el sentido de responsabilidad moral, sino como equivalente a una deuda material. La última parte, que anuncia el nuevo ideal del superhombre, analiza el significado del ascetismo.
Nietzsche realiza en La genealogía de la moral un ejercicio de aplicación de su psicología de la 'voluntad de poder'. Se trata de derivar todas las nociones espirituales a partir del cuerpo, entendido este como un conjunto de pulsiones reducidas, en último término, a la voluntad artística de poder, o fuerza en que consiste la vida.