Así que, si quieres, hay tres aspectos en el trabajo sobre la memorización. En primer lugar, la cotidianeidad más banal; en segundo lugar, la búsqueda de mi propia historia de una manera tradicional, y, por último, esta memoria ficcional. Incluso hay una cuarta, que pertenecería al dominio, ¡cómo decirlo!, de lo «encriptado», de la inscripción completamente críptica, y que sería la notación de fragmentos de recuerdos en una ficción