Esta primera novela de un estudiante japonés de veinticuatro años fue galardonada con el prestigioso premio Akutagawa. Los protagonistas, chicos y chicas en su mayoría jovencísimos, de esta novela viven cerca de una base norteamericana, consumiendo toda clase de drogas, yendo a conciertos de rock, organizando orgías para los soldados yanquis, todo ello sin aparente pasión ni placer. Con emblemática pasividad, se deslizan hacia la autodestrucción, como resultado no sólo de su situación presente, sino de un futuro bloqueado.