—No estoy seguro, pero creo que voy a perder mi masculinidad en el proceso. —Hace una mueca.
Me río.
—¿Cómo? ¿Por qué?
—Porque… —Abre la puerta y la luz roja entra a raudales. Me hallo ante la naturaleza en su belleza más singular—… no he visto una puesta de sol más alucinante que esta. Y si solo pudiéramos disponer de un momento perfecto, me gustaría que fuera este.