TENGO ONCE AÑOS, un cuaderno en blanco, no hablo mucho y me han dicho que soy muy complicada. Me regalaron el cuaderno para que escribiera cuáles son esas complicaciones. Primero sentí que no me iba a alcanzar; pero al cabo de un rato de estar dándole vueltas a la pluma en mi boca, de ponérmela detrás de la oreja, de sacarle el repuesto tres veces, pensé que quizás nunca llene el cuaderno.
Lo complicado consiste en varias cosas:
Lloro bastante, no sé cómo empezar y Peter se fue.