«Shruti Swamy es un talento poco común; Una casa es un cuerpo es un magnífico debut» (Laura Furman).
«Una colección de relatos deslumbrante, exquisitamente elaborada» (Kirkus Review).
«No pude dejar de leer Una casa es un cuerpo una vez que lo empecé. Me hizo amar la lectura de nuevo» (Rebecca Lee).
Desde la primera página de Una casa es un cuerpo, uno comprende que está frente a una escritora inusual. Dos veces ganadora del Premio O Henry, Shruti Swamy escribe como si lo más normal fuera extraño, y lo extraordinario algo natural. Leer sus cuentos es adentrarse en una cotidianeidad misteriosa, hecha de belleza y frustración, de asombro y dolor, poblada de personas que gravitan entre la deriva y una tímida esperanza. Una víctima de violencia doméstica se atreve a confesar su padecimiento a una vecina que también lo sufre y le responden con indiferencia y negación: una joven india visita al viudo de su hermana, que ha muerto dejando a una bebita, y es arrastrada por una extraña pasión; una madre paralizada se enfrenta a un incendio forestal que amenaza su casa, mientras lidia con el vacío que dejó la reciente partida de su marido y con una crisis febril tal vez grave de su pequeña hija.
En todos los casos, Shruti Swamy se acerca a sus personajes con cautela y va develando sus secretos sin pudor aunque compasivamente. Su prosa clara y sencilla, capaz de sorprendentes y variados registros, es el arma perfecta para sacar a la luz la perturbadora intimidad; su mirada distante, la mejor manera de narrar enigmáticos sentimientos. Colección de cuentos exquisita, Una casa es un cuerpo es un debut estelar.