El primer acercamiento de Nietzsche a la filología tuvo un carácter no muy definido a la filología, esto contrastado con el gran afán científico de la época y de la definición de términos. Son estos términos según Nietzsche que la filología toma prestados de otras ciencias, sin embargo el terreno estético y ético de la misma, hace de ella una ciencia que quiere comprender otras manifestaciones que no están dentro del rigor científico. Aquí Nietzsche exalta lo popular en la obra de un hombre, quien no puede hacer grandes obras si se queda encerrado en su cuarto esperando que las ideas salgan de su cabeza. Producto de ello es que los eruditos no entiendan a Homero, ya que buscaban en él factores que explicasen la época desechando incluso la obra que podría servir de material indiscutido en el estudio del mismo.