Multifacético y revolucionario, Erik Satie irrumpió en la música a principios del siglo XX con una sutileza inesperada. Creó piezas para piano, música de mobiliario, para películas mudas y cabarets; sólo una arista de su amplia reflexión como compositor. Además, escribió sobre la crítica y los críticos, de sus contemporáneos y de la música. Estas reflexiones, cargadas con un irónico sentido del humor y su personalidad libre de toda regla, fueron publicadas en revistas de la época como fragmentos que parecieron nunca completar una obra en su totalidad.
Ordenados temáticamente, en este libro se reúnen textos provenientes de columnas que Satie tituló Memorias de un amnésico, Cuadernos de un mamífero, Observaciones de un imbécil (yo) y Crónica musical, entre otros escritos diversos.