Las bromas habían parado, pues ahora demasiados hombres estaban involucrados. Los que todavía podían trabajar, no soportaban los comentarios lascivos hacia sus parejas. Surgían patrones emocionales, las amistades se volvían más íntimas y el nuevo estilo de vida estaba cada vez más arraigado. A veces, Everett pensaba que sonaba como un