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Juan Pablo Villalobos

Si viviéramos en un lugar normal

  • Rebecaцитирует10 минут назад
    Electra tiraba piedritas cargadas de un inmenso valor simbólico.
  • Rebecaцитирует11 минут назад
    entregaron la denuncia a mi padre, mientras metían a Aristóteles en la patrulla y mi madre paraba de llorar porque necesitaba usar los ojos para confirmar si de veras estaba aconteciendo tanta pinche desgracia junta. Cuando estuvieron seguros de que nuestra humillación era inofensiva, se fueron todos, policías, choferes de las excavadoras, inspectores de obras públicas.
  • Rebecaцитирует12 минут назад
    Parecía que eso era justamente lo que mi padre había estado buscando: urdir una defensa destinada al fracaso y fracasar tal y como lo había planeado, al pie de la letra, caer derrotado con la certeza intacta de haber sido atropellado
  • Rebecaцитирует15 минут назад
    Ante la negativa de mi padre y las lágrimas de mi mamá –que eran de verdad conmovedoras, si lo eran para nosotros, que la veíamos llorar todos los días, no puedo imaginarme lo que sentirían mis tíos–, la comitiva pasó de las palabras a la acción. Sujetaron entre todos a mi papá para arrastrarlo afuera de la casa. Aristóteles gritaba déjenlo, déjenlo, y a todos nos entró un susto tan grande que sólo pudimos canalizar llorando a gritos.
  • Rebecaцитирует17 минут назад
    Aunque no lo quisiéramos, la mezcla del ultimátum con el fervor religioso y los mítines políticos en casa hizo que las noches de quesadillas empezaran a adquirir la tristeza de las últimas ocasiones. Nos quedábamos sin hambre muy pronto: ¡hubo una noche en que sobraron quesadillas! Mi madre apagaba el fuego del comal y se acercaba a la mesa al ver el tortillero libre de disputas
  • Rebecaцитирует19 минут назад
    los sinarquistas eran expertos en usar vocablos arcaicos y sus interpretaciones eran muy desabridas, por culpa de no tener tele
  • Rebecaцитирует20 минут назад
    Además: ¿cómo íbamos a animarnos si de las catorce estaciones en doce Jesucristo perdía? Y, por si fuera poco, cuando finalmente ganaba ya estaba muerto.
  • Rebecaцитирует23 минуты назад
    Te lo mereces, me repetía, te lo mereces, por traidor, no tanto por mi confabulación con los polacos, sino por algo que nunca le confesaría a mi familia: yo quería que destrozaran esa pinche casa
  • Rebecaцитирует29 минут назад
    En resumen, nos echaban por dos razones: por rateros y para cuidarnos
  • Rebecaцитирует30 минут назад
    –¿Obligarnos? ¿Tú me has preguntado qué opino?

    –La casa es mía y yo decido. No vamos a venderla. No nos vamos a mover de aquí.

    Mi papá tenía razón: estábamos en mil novecientos ochenta y siete. En los Altos de Jalisco. ¿Qué se estaba creyendo mi madre?
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