Rico, alto, moreno y guapo, Marcos Benedetti, marqués de Monteferro, solo echa algo en falta: la vista. A los veinte años, su padre moribundo le había obligado a prometer que viajaría a Oriente, donde había oído de la existencia de una cura para su ceguera. Obligado por la palabra dada, Marcos viaja en una búsqueda infructuosa de la que regresa tan ciego como se marchó, pero mucho más maduro y cargado con un pecado, una promesa y una deuda de honor. Diez años después de ese viaje, se verá obligado a elegir entre mantener la promesa realizada o conservar a la mujer que ama.