En este libro, íntimo y sobrecogedor, Herta Müller reflexiona sobre temas tan diversos como la realidad política o las obras de Heinrich Böll, Liao Yiwu o Georges-Arthur Goldschmidt. La constante que vertebra los ensayos de este volumen es que la autora siempre toma partido por la honestidad; hace uso de su personal estilo, sagaz y contundente, para arrojar luz en tiempos oscuros.
Müller conoce el poder subversivo de la risa y sabe que, si algo toleran mal los dictadores, es la verdad. Pero también su mirada sobre nuestra sociedad es incorruptible, y obliga al lector a cuestionarse sobre la responsabilidad moral y civil de proteger a las minorías, a los perseguidos y a los exiliados. En lo que a ella respecta, la autora no tiene dudas: «Lo más claro que he aprendido también sé expresarlo de una forma muy sencilla: la libertad y la dignidad siempre son concretas».