Hace treinta años, hablar de las mujeres de la Biblia era una novedad, al menos en nuestros países. La situación actual es, afortunadamente, muy distinta y, en muchos aspectos, cargada de esperanza. En estas últimas décadas, el interés por el estudio de las mujeres de la Biblia (las matriarcas, las profetisas, las mujeres sabias, las reinas, las heroínas, las esclavas, las esposas, las hijas, las prostitutas…) y de la función que desempeñan dentro del relato bíblico ha crecido hasta lo inverosímil. Esta es una invitación a conservar vivo su recuerdo y a reconstruir su historia, tejida de luces y de sombras, a caminar en la profundidad de nuestras raíces bíblicas a través de nuestras ilustres y sabias antepasadas.