La acción de Casa de muñecas tiene como protagonista a Nora, una mujer que simula estúpida frivolidad pero que en verdad es inteligente y aguda. Nora se vio forzada años atrás a recurrir a una artimaña financiera para costear un viaje en salvaguarda de la salud de Helmer, su marido, al tiempo que su padre se hallaba moribundo. A medida que la tensión del conflicto va in crescendo, la monotonía burguesa de la protagonista se va convirtiendo en un nudo corredizo que va dejándola sin aire. Ante su impotencia, observa la imposición de todo un mundo de valores contradictorios que amenazan su idea de felicidad. Casa de muñecas fue la primera obra dramática de Ibsen que causó sensación. En la actualidad es quizá su obra más famosa y su lectura es obligatoria en muchas escuelas y universidades. Cuando Casa de muñecas se publicó generó gran controversia, ya que critica fuertemente las normas matrimoniales del siglo XIX. Aunque Ibsen negó que su obra fuera feminista, es considerada por muchos críticos como la primera verdadera obra teatral feminista.