En los restos óseos procedentes del Mesolítico, la etapa de transición entre el Paleolítico y el Neolítico, se ha encontrado un elevado porcentaje de artritis (inflamación de las articulaciones) y artrosis (degeneración del cartílago articular). Estas dos enfermedades reumatológicas eran especialmente frecuentes (hasta en un 70 % de los hallazgos) en personas jóvenes, de edad inferior a treinta años y de sexo femenino. Hay que tener en cuenta que durante esta época era la mujer la encargada de moler el grano, y que los molinos prehistóricos consistían en losas de piedra sobre las que las mujeres se agachaban y realizaban su trabajo con la ayuda de un canto rodado.