Una caravana de cirqueros recorre las calles de la Ciudad de México en busca de espacios donde representar su espectáculo. Entre ellos está Esteban, quien, después de haberlo perdido todo, se aferra con rabia a sus únicos dos pilares: el amor por Sara –teñido del oscuro color de los celos— y por su hijo Sergio. Violencia, rencor, culpa e intriga rigen este peculiar modelo de familia que, pese a todo, encuentra en su convivencia algunos destellos de solidaridad y esperanza. En esta novela, Luis Spota nos lleva de la mano de los más desafortunados y retrata, con su característica maestría, la idiosincrasia de los distintos grupos de la sociedad mexicana.