Cada derrota, por humillante que sea (Swindon, Tranmere, York, Walsall, Rotherham, Wrexham), hay que saber sobrellevarla con paciencia, con fortaleza y con tolerancia; lisa y llanamente, no hay nada que hacer, y caer en la cuenta de que eso no tiene vuelta de hoja es algo que puede terminar por hacer que te retuerzas de pura frustración.