Realismo capitalista. ¿No hay alternativa

El argumento en favor del cierre de las minas de carbón se resumía en que dejarlas abiertas no era

«económicamente realista», y los mineros fueron, ciertamente, los actores de reparto contratados para filmar esta tragedia romántica de las luchas proletarias.

eso es que el capitalismo se parece tanto a la Cosa en el film de John Carpenter del mismo nombre: es una entidad infinitamente plástica, capaz de metabolizar y absorber cualquier objeto con el que tome contacto.

El poder del realismo capitalista deriva parcialmente de la forma en la que el capitalismo subsume y consume todas las historias previas. Es este un efecto de su «sistema de equivalencia general», capaz de asignar valor monetario a todos los objetos culturales, no importa si hablamos de la iconografía religiosa, de la pornografía o de El capital de Marx.

Un objeto cultural pierde su poder una vez que no hay ojos nuevos que puedan mirarlo.

tradición pierde sentido una vez que nada la desafía o modifica. Una cultura que solo se preserva no es cultura en absoluto.

el film nos hace es: ¿cuánto tiempo puede subsistir una cultura sin el aporte de lo nuevo?

¿Qué ocurre cuando los jóvenes ya no son capaces de producir sorpresas?

solo la esperanza sin sentido parece tener sentido. Proliferan entonces la superstición y la religión, los primeros recursos del desamparado.

la esperanza sin sentido parece tener sentido. Proliferan entonces la superstición y la religión, los primeros recursos del desamparado.

intelectual sin ser académico, popular sin ser populista

La idea de que el mundo en el que vivimos es una ilusión solipsista que se proyecta desde el interior de nuestra mente nos resulta consoladora más que perturbadora: es una idea conforme a nuestras fantasías infantiles de omnipotencia.