La hostilidad hacia el vino en el libro sagrado es severa, pero no especialmente feroz. Es la ebriedad, más que el alcohol en sí, lo que provoca la ira del Profeta. La primera mención del vino en la cronología tradicional del Corán, en la primera sura conocida como «de la vaca», es esta: «Te preguntan sobre el vino y el juego de azar. Di: En ambas cosas hay mucho daño para los hombres y algún beneficio, pero el daño es mayor que el beneficio» (Al-Baqara 2:219). Cerca tenemos esto: «¡Vosotros los que creéis! No os acerquéis a rezar ebrios hasta que sepáis lo que decís» (An-Nisa 4:43