Toño quiere nadar. Lo supo el día que vio al Tibio Muñoz ganar la medalla de oro. Nadar, a partir de ese momento, se convirtió en su gran pasión y su mayor reto… Pero los sueños a veces tardan más de lo esperado; otras veces cambian de forma en el camino. Toño creció, Toño descubrió el océano, Toño comprendió que su competencia no era de velocidad sino de resistencia.