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Iria G. Parente,Selene M. Pascual

Secretos de la Luna Llena 2. Encuentros

  • Nayeli Cortésцитируетв прошлом году
    ara luchar siempre hacen falta razones: nadie lucha sin causa. Para luchar hacen falta fe y confianza, para luchar hace falta algo en lo que creer, una razón que te haga seguir peleando incluso cuando ya no te queden fuerzas para ello.

    ~Seliria

  • Nayeli Cortésцитируетв прошлом году
    «Entonces es evidente lo que tendrás que hacer, si eso ocurre: te quedarás conmigo en Nryan, gobernando a mi lado, y seremos felices y comeremos… pastel. No me gustan demasiado las perdices».
  • Nayeli Cortésцитируетв прошлом году
    Una parte de mí duda, pero la otra quiere creer con todas sus fuerzas. Si lo que dice es cierto, he podido ver a mi hijo crecer. He sido su guardián, su amigo.

    Chryses

  • Nayeli Cortésцитируетв прошлом году
    «Esto es una boda, ¿verdad?», pienso, sabiendo que él lo escuchará. Tiene que estar viendo todo lo que pienso. Todo lo que anhelo. «Nuestra boda
  • Nayeli Cortésцитируетв прошлом году
    Nuestros dedos se entrelazan con fuerza: nosotros hallamos nuestro hogar al encontrarnos el uno al otro.
  • Nayeli Cortésцитируетв прошлом году
    —Entonces, Eirene de Nryan, ¿querrás compartir conmigo tus sueños y pensamientos, tus palabras y tus silencios, hasta el final de nuestros días?

    Ella ríe. Sus manos rozan mis mejillas.

    —Sí, quiero.
  • Nayeli Cortésцитируетв прошлом году
    Dejo que mi frente se apoye contra la suya.

    —Y así, el dios y la estrella volvieron a encontrarse.

    Rayne sonríe. Lo hace de manera brillante, con anhelo de días pasados.

    —Y vivieron felices para siempre jamás.

    Prometiendo empezar de nuevo nuestro cuento, nos besamos como llevamos cincuenta años esperando.

    Silvana

  • Nayeli Cortésцитируетв прошлом году
    —¿Estás segura?

    —Tan segura como de que te quiero —le susurro, esbozando una sonrisa que intenta animarlo.
  • Nayeli Cortésцитируетв прошлом году
    —Te quiero…

    Ambos abrimos los ojos a la vez, sorprendidos. Nos miramos y esbozamos sonrisas incrédulas. Las palabras han salido de nuestras bocas al mismo tiempo, como si fuera inevitable, como si llevásemos demasiado tiempo callándolas y ahora los dos sintiésemos la necesidad imperiosa de confesarlo. Ninguno de los dos ponemos en duda las palabras del otro: la inseguridad ha huido, demasiado asustada por la pérdida.

    También al mismo tiempo, nos volvemos a besar
  • Nayeli Cortésцитируетв прошлом году
    Lowell lo tiene muy claro:

    —Los enemigos de mis enemigos son mis amigos.
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