La cuestión ambiental puede considerarse, sin dudas, el giro político de nuestro tiempo. En todo el mundo, las escenas de devastación de ecosistemas y ambientes pero, en particular, la desigualdad con que esa destrucción impacta en las vidas de las personas, hacen que la injusticia ambiental no pueda ya entenderse separada de la cuestión social. Distintas formas de organización y activismo popular están alcanzando creciente visibilidad al alzar sus voces para mostrar que el desastre ecológico no es una fatalidad, sino una elección política.
Este libro se dedica a hacer un análisis exhaustivo de los principales conflictos ambientales de las últimas décadas en América Latina. A través del relato de casos como la controversia por la contaminación de la cuenca Matanza-Riachuelo, las pasteras en el río Uruguay, el movimiento de pueblos fumigados en la Argentina, el conflicto por un proyecto minero en Perú, la guerra del agua en Bolivia, la lucha por la preservación de los páramos en Colombia, o el movimiento de mujeres en “zonas de sacrificio” en Chile, la autora traza las líneas que unen el activismo ambiental en toda la región: de las acciones públicas de reclamo a la organización, de la producción de conocimiento local a la construcción de modos de gestión colectiva de lo común. Pero, sobre todo, plantea formas novedosas de entender el problema ambiental, que incluyen alternativas al modelo del capitalismo extractivo y formas de convivencia con las especies no humanas.
La pregunta que la autora pone de relieve es estructural y nos interpela: el crecimiento económico, la rentabilidad o la captación de divisas para estabilizar la economía ¿pueden ser criterios de valor equivalentes a la defensa del agua, del modo de vida local o de la salud de las personas? Así, este libro viene a sumarse a una línea de trabajo en plena construcción en la región, que reúne solidez académica con compromiso político con las luchas sociales y ambientales. Como estas páginas dejan en evidencia, las batallas por una vida digna que se están librando ahora mismo en todo el planeta confirman que, cuando se piensa la justicia ambiental “desde abajo”, otros mundos son posibles.