Se trata de un libro con una serie de ilustraciones en blanco y negro creadas a mano, acompañadas de palabras y versos, como un collage minimalista, en donde la autora presenta imágenes, intuiciones, cuestionamientos de las perspectivas, ojos que observan la realidad con una mirada poética, y la describen, observándola de cabeza,realizando otras conexiones y asociaciones, con un tono bellamente ingenuo, como atesorando esas visiones que se cultivan con la capacidad de asombro, creando una nueva realidad. Es un libro de expresiones sutiles, en una combinación acertada, de versos e ilustraciones, Andrea Alzati nos arroja hacia las sensaciones que produce el lenguaje, pues sabemos que las palabras también son estímulos, imágenes, emociones vivas transformándose. Como lo describe Rodrigo Flores, diciendo que Alzati nos revela el interés agudo por la exégesis y la materialidad del sino lingüístico. En donde el mismo Flores se imagina a la autora descubrir las palabras inscritas en un periódico o revista, como si fueran jeroglíficos ilegibles o fascinantes enigmas, y en medio de un trance como el de la médium, suprimir las asociaciones convencionales y descubrir alternativas insólitas. Donde, Flores concluye, que es posible que la intención de Andrea Alzati, al labrar estos poemas en su libreta, haya sido cancelar función comunicativa y decantarse por la poética; o hacernos reflexionar sobre nuestra vacilante relación con las palabras y sus evocaciones o señalarnos el abismo entre lo que leemos, recordamos y miramos.