Ufff! Más libros así por favor 🙌🏻
Este libro me abrazó desde febrero y no me soltó. Tuve que dejarlo a ratos porque el tema ahonda en lo personal de sus autoras y eso inevitablemente me hacía voltear a ver mi propia historia. Vivimos en un mundo que no está hecho para maternar; desde los acontecimientos ambientales, hasta la construcción de nuestras sociedades. Dentro de los matices de las experiencias de cada autora descubrí que:
1) Maternar es una decisión (aunque a veces no lo parezca)
2) Ninguna postura (ser o no ser madre) anula la otra
3) Aunque maternar es personal, no logra desprenderse del yugo de lo social y generacional.
A este libro le agradezco el acercarme a un tema que me llevó a reflexionar de una manera más profunda y con mucha empatía. Gracias a él pude abrir comunicación con otras mujeres para conocer sus historias, y eso me enriqueció todavía más. Aprendí que la maternidad es algo tan profundo y con tantas aristas que es imposible reducirla en un solo concepto, pues tiene tantos matices como mujeres tiene el mundo.
Como muchas de mi edad y generación, me encuentro indecisa. La maternidad ya no es para mí un imperativo social absoluto (como lo fue para mi madre, abuela y tías), pero sigue siendo una expectativa que mi entorno tiene de mí, de mi plan de vida y de mi cuerpo. Sigue siendo lo “lógico”, el siguiente paso en el camino para una pareja estable.
Si bien, no termino esta lectura con una resolución clara sobre mi propia decisión… las distintas experiencias me son de ayuda para poner palabras concretas a muchas inquietudes, pero también esperanzas y anhelos.
Considero este libro especialmente relevante para las mujeres que realizan trabajo creativo o quienes quieran hacerlo, pues las experiencias compartidas son muy diversas y ayudan a vislumbrar escenarios de creación y crianza variados; así como a desmitificar la maternidad y su lugar como “objetivo único y final” de la experiencia vital de las mujeres.
Ambas perspectivas son dimensiones crudas, desgarradoras y hermosas.
Ser mujer implica batallar con los paradigmas de la maternidad, desde que jugamos con un nenuco en la infancia.
Empatía: una de las claves para comprender que cada una lo vive y lo decide diferente.
Amé todo el diálogo del libro y el cierre de Lola Horner y Ave Barrera; si entre nosotras podemos crear ese puente de empatía a través de las experiencias, claro que podemos derribar esas convenciones machistas sobre la maternidad.
Lloré mucho en muchos momentos.
Es un libro increíblemente hermoso.
Este libro te deja sola y te obliga a confrontarte como mujer (seas o no seas madre).
Es un gran alivio leer a estas talentosas mujeres que, literal, desnudan su alma al escribir sobre su experiencia creativa antes, después o durante el embarazo convirtiéndose en un espejo real y, de la misma manera, leer a las que decidieron, por convicción propia, no ser madres con las que mi alma empatiza más. Este es un libro para aquella mujer que quiere escribir y tiene hijos o está por tenerlos pero también quiere seguir con su vida creativa… para aquellas que viven en la duda de si estarán haciendo lo correcto al no querer procrear. Una gran lectura. Solo creo que el diseño de caratula no está a la altura del libro.