Laura es una joven que vive con su padre y unos criados en un antiguo castillo en las lejanías de Estiria, Austria. A menudo, Laura recuerda que cuando era una niña estaba dormida en los brazos de una joven y se despertaba al sentir dos agujas en su cuello. Cuando la encontraron, estaba sola. Su vida da un giro cuando, delante del castillo donde vive, un carruaje sufre un accidente y la dama y su hija, que viajaban en él, se instalan en el castillo hasta que puedan emprender de nuevo, el viaje. Laura y la joven, Carmilla, hacen amistad rápidamente, a pesar de que la nueva inquilina muestra rarezas en su comportamiento: se despierta después de mediodía y se encierra en su cuarto sin dar señales de estar en él, incluso, parece estar enamorada de Laura, dado el interés que muestra hacia ella. La historia muestra muchas características del terror gótico, y resalta el estereotipo popular del vampiro y la perplejidad de los personajes frente a los sucesos sobrenaturales, y la aumenta hasta convertirse en éxtasis y terror a la vez. También se debe destacar que la sutil influencia de contenido erótico, que se relaciona con los vampiros, es de carácter lésbico.