Marcia Tucker murió demasiado joven. A los sesenta y seis años, tenía detrás más de cuarenta dedicados al arte: fue comisaria en el Whitney Museum, y fundó en 1977 el New Museum, para desarrollar las ideas, tendencias y líneas de trabajo que nunca encuentran cabida en las instituciones tradicionales. Tenía una larga carrera como crítica, conferenciante, agitadora cultural y descubridora de talentos como el de Bruce Nauman (una de cuyas obras adorna la cubierta de este libro). Tenía una hija adolescente y un marido diecisiete años más joven, un grupo de «concienciación feminista» con el que llevaba reuniéndose varias décadas, y muchas ganas de seguir escribiendo, organizando exposiciones, llevando la contraria y hablando de arte hasta el amanecer.
Y entonces llegó el cáncer, y Marcia Tucker murió demasiado joven, a pocas páginas de acabar este libro extraordinario donde cuenta su vida -corta y complicada-, que también es divertida, conmovedora, muy representativa de su generación y de su era, y un testimonio impagable, y de primera mano, sobre el arte del último medio siglo.