No tengas pudor
No tengas pudor de quitarte las vestiduras ante este pobre lémur de mirada extraviada, no vivirá mucho, hace días que no come, la huella de tu cuerpo desnudo se extinguirá con su pequeña mente condenada, la huella de tu cuerpo desnudo no es más inmortal, mi vida, que tu cuerpo, también tu recuerdo morirá, también el mío, para qué, entonces, qué diferencia, entonces, entre el desenfreno voraz de nuestra carne y el ascetismo de un lémur inapetente.