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Jeffrey Eugenides

Middlesex

  • Melisa Peцитирует3 года назад
    Y como no decía una palabra sobre sus problemas, la barba empezó a expresar en silencio todo lo que él callaba.
  • Vintage Autumnцитирует3 года назад
    Al envejecer cuesta trabajo subir las escaleras, entra uno en el cuerpo de su padre. Desde ahí sólo hay un breve salto hasta los abuelos y entonces, antes de que uno se dé cuenta, se empieza a viajar en el tiempo. En esta vida crecemos hacia atrás.
  • Vintage Autumnцитирует3 года назад
    Según mi experiencia, las emociones no pueden describirse con una sola palabra. «Tristeza», «alegría», «remordimiento», esos términos no me dicen nada. La mejor prueba de que el lenguaje es patriarcal quizá sea que simplifica demasiado los sentimientos. Me gustaría tener a mi disposición emociones híbridas, complejas, construcciones germánicas encadenadas, como «la felicidad presente en la desgracia».
  • Zahieцитирует7 часов назад
    En Detroit, en 1950, el gueto del Barrio Negro fue demolido para hacer una autopista. La Nación Islámica, cuya sede estaba ahora en la Mezquita Número Dos de Chicago, tenía ahora un nuevo pastor que se hacía llamar Malcolm X. En el invierno de 1954, Desdémona empezó a hablar de irse a vivir a Florida cuando se jubilaran
  • Zahieцитирует20 часов назад
    Primera Guerra Mundial, cuando E. I. Weiss, gerente de la empresa automovilística Packard, trajo, según su propio informe, el primer
  • Zahieцитирует20 часов назад
    En la segunda planta de muchas casas, mujeres a medio vestir exhibían las caderas por los balcones. Sobrecogida, atemorizada, Desdémona miraba las caras asomadas a las ventanas, los cuerpos que llenaban las calles, casi medio millón de personas apretujadas en veinticinco manzanas. Ya en la Primera Guerra Mundial, cuando E. I.
  • Zahieцитируетпозавчера
    Lina se venda las piernas para evitar las varices. Preocupada por si le huele el aliento, tiene en la mesilla una lata de pastillas de menta. Se pesa todas las mañanas, mordisqueándose el labio inferior. Le gusta su nueva figura de pechugona, aunque la inquietan las consecuencias. «Nunca tendré los pechos como ahora. Lo sé. Después de esto, se me caerán. Igual que en el National Geographic.» El embarazo le daba la sensación de ser un animal. Daba vergüenza estar colonizada de manera tan notoria. Le ardía la cara cuando la inundaban las súbitas oleadas de hormonas. Sudaba; se le corría el maquillaje. Todo el proceso era un vestigio de estadios más primitivos de la evolución. La aproximaba a las formas de vida inferiores. Pensó en las abejas reina, soltando huevos a borbotones. Recordó al collie de los vecinos, cavando un agujero en el patio la primavera pasada.
  • Zahieцитируетпозавчера
    Pero no me gusta que las mujeres conduzcan. ¡Y ahora pueden votar! ¿Recuerdas la obra que vimos? –rezongó para sí–. Todas las mujeres son iguales. Si se les presenta la ocasión, se ponen a fornicar con un toro.
    –Eso es sólo una leyenda, Jimmy –protestó Lefty–. No la puedes tomar al pie de la letra.
    –¿Por qué no? –insistió Zizmo–. Las mujeres no son como nosotros. Tienen una naturaleza carnal. Lo mejor que se puede hacer con ellas es encerrarlas en un laberinto.
    –¿A qué te refieres?
    –Al embarazo –sonrió Zizmo
  • Zahieцитируетпозавчера
    Cuando se abrió el telón en el Teatro Family, mi familia esperaba que le contaran la historia entera. Que Minos, rey de Creta, se negó a sacrificar un toro blanco a Poseidón. Que Poseidón, enfurecido, hizo que Pasífae, la mujer de Minos, se enamorase perdidamente del toro. Que el fruto de esa unión, Asterio, nació con cabeza de toro y cuerpo humano. Y luego Dédalo, el laberinto, etc
  • Zahieцитирует3 дня назад
    La Ley de Inmigración de 1917 prohibió la entrada a Estados Unidos a treinta y tres categorías de indeseables, y así, en 1922, en la cubierta del Giulia, los pasajeros discutían los modos de escapar a la clasificació
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