¿Quién era realmente Jacques Lacan? ¿El heredero legítimo de Sigmund Freud, el mayor teórico del psicoanálisis de nuestro siglo, el último gran pensador francés o, como afirman sus detractores, un genial impostor?
En su extraordinaria y polémica biografía, Elisabeth Roudinesco, psicoanalista formada en la École Freudienne de París y autora de una canónica historia del psicoanálisis, traza un retrato del maestro que abarca casi medio siglo de los avatares del pensamiento en Francia. En el corazón del libro, los personajes que ayudarán a trazar el retrato del gran protagonista: los maestros, los amigos, los discípulos, los rivales, el círculo familiar. Pero también Koyré, Kojève, Bataille, Heidegger, Sartre, Lévi-Strauss, Jakobson.
Roudinesco, como afirma Toni Negri, ha escrito algo más que una biografía, aunque también lo sea, y excelente. La suya es una «tarea de alto riesgo: la de hacer coincidir la biografía con los puntos centrales de la génesis, el desarrollo y la culminación del sistema filosófico de Lacan», un pensador que ha conseguido «contagiar con la peste del análisis, de la crítica y de la libertad a la sociedad normalizada del capitalismo maduro, donde todo es lenguaje y comunicación».
El siglo se burló al principio de la extravagancia verbal y de la jerga de sus herederos, pero la historia retendrá que fue este hombre quien supo analizar con mayor lucidez las transformaciones de la familia occidental, la declinación de la función paterna, las contradicciones del amor, las ilusiones de la Revolución y la lógica de la locura.