Autoficción: Escribe tu vida real o novelada

El lenguaje es el único instrumento que tenemos para comprender el mundo. Pero al mismo tiempo el lenguaje falsea el mundo. Sabemos que el sistema que nos permite percibir la realidad es un sistema cuya fidelidad es sospechosa».

Autocuestionario operativo
¿Por qué este personaje?
¿Para qué?
¿Con qué lo relaciono?
¿Que le agrego que él no tenga en la realidad?
¿Qué secreto podría ocultar?
¿Qué sentimiento prevalece en él?
¿En qué lugares se moverá?
¿A qué distancia lo enfoco?
¿Lo coloco en una escena, lo narro desde una cámara o como protagonista?

Un elemento corporal:
Un gesto:
Una prenda de vestir:
Una reacción:
Una actitud:
Un modo de actuar:
Un espacio preferido:
Un pensamiento:
Una preocupación:
Un nudo vital:

Ejercicio inspirador para conocer más a tu personaje
Señala:

El viaje hacia nuestra propia expresión es el que pasa en primer lugar por el «yo» sentido e investido como tal. Y en segundo lugar, el que pasa por el «sí», por la visión propia del mundo que nos rodea. De esa conjunción proviene el estilo

A muchos les ocurre que necesitan contar su vida, pero también es común que se lancen a escribirla y se topen con una tarea de titanes, que se diluyan las escenas, que no encuentren el rumbo. Javier Marías lo sabe: «Creemos poder contar nuestras vidas de manera más o menos razonada y cabal, y en cuanto empezamos nos damos cuenta de que están pobladas de zonas de sombra, de episodios inexplicados y quizá inexplicables, de opciones no tomadas, de oportunidades desaprovechadas, de elementos que ignoramos porque atañen a los otros, de los que aún es más arduo saberlo todo o saber un poco. El engaño y su descubrimiento nos hacen ver

Qué pasos sigues para convertir el material privado en un conjunto trascendente que interese a todos? ¿Las operaciones y las estrategias que empleas son las más acertadas? Revísalas.
Las operaciones ineludibles:
-Averiguar qué quieres decir.
-Encontrar mecanismos para pasar de la anécdota vivida al relato literario.
-Recortar (es indispensable).
Qué quieres decir, qué quieres destacar

o que omitimos sin intención o lo que decidimos omitir puede ser la clave de nuestra verdad. Así

el diario, solo escribía sobre lo que me interesaba realmente.

La improvisación,

la libre asociación,

la obediencia al estado de ánimo,

la impulsividad,

las innumerables imágenes,

retratos,

descripciones,

bocetos impresionistas,

experimentos,

a los que acudía en cualquier momento como material.

el diario no solo me expreso de manera más abierta de lo que podría ante cualquier otra persona; me creo a mí misma. Es un vehículo para mi sentido de la individualidad. Me representa como emocionalmente y espiritualmente independiente. Por lo tanto (por desgracia) no se limita a constatar mi vida real, sino que más bien –en muchos casos– ofrece una alternativa a la misma.